El pasado 24 de noviembre Madronactiva guió la ruta interpretada al Roble «El Abuelo» para la U.P. de Castellar de Santiago
Siempre es un gusto caminar por el Robledo de las Hoyas en el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, pero en esta ocasión hemos tenido mucha suerte por encontrarnos el bosque tan espectacularmente bonito, con una paleta de colores ocres y dorados que solo la Madre Naturaleza nos podría brindar en un día soleado tras estos días de lluvias interminables. El paisaje estaba generoso entre las nubes y la niebla en el Valle de Alcudia, dejándonos ver entre la bruma las siluetas grisáceas de las Damas Grises; las grullas, que han venido a pasar el invierno comiendo los frutos sabrosos de las encinas. Una gran cantidad de Buitres negros soleándose, nos daba la bienvenida al bajar del espectacular Puerto de Niefla; que al contrario que su nombre podría indicarnos, no nos mostraba ningún banco de niebla, sino un sol radiante que prometía un día estupendo (que sorprendentes contrastes nos ofrece nuestra tierra).
Nos acompañaba un grupo genial, de la Universidad Popular de Castellar de Santiago, y después de tomar un café rápido en el «De Marcos» nos acercamos a San Isidro, donde nos esperaría el autobús.
Nuestras rutas siempre son interpretativas e intentamos que nuestros visitantes se lleven un pedacito del Valle de Alcudia y Sierra Madrona con ellos.
Hablamos sobre conservación y sobre reducir nuestro impacto… en seguida el grupo se hizo cómplice de nuestro mensaje y a pesar de ser de edades muy dispares nos lo pusieron muy fácil a la hora de subir las cuestas que dan acceso a una de las joyas más emblemáticas de nuestro Parque: El Abuelo de los Robles. A medida que avanzábamos conocían de nuestra mano los espectaculares quejigos, enebros, jaras… hablamos sobre la introducción de pino y su valor en la industria maderera, nos acercamos a conocer los madroños y hablamos sobre sus características… caminamos sobre el suelo almohadillado de las hojas del Roble melojo y disfrutamos de los frutos de la lluvia viendo y catalogando alguna que otra seta.
Los trepadores azules, petirrojos y carboneros nos acompañaron hasta la Chorrera de la Sierpes, donde nos hicimos alguna foto y diferenciamos los distintos tipos de helecho que acompañan a la chorrera (aún con poca agua). Pudimos ver algún rastro: huellas de corzo y excrementos de garduña, acompañados por rastros de jabalí que surcan el camino con su hocico buscando qué comer.
La senda sigue subiendo, acompañando al arroyo y nos abre a unas vistas espectaculares de la sierra, aunque empezaba a meterse la niebla por el barranco pudimos disfrutar de pequeños rincones entre pedrizas, musgo, madroños, arces, enebros de porte sorprendente y retorcidos robles. A resaltar, el impresionante fresno centenario cubierto de musgo… puerta a un mundo mágico de hadas y duendes…
Tras la empinada subida, llegamos al robledo, donde aprovechamos para descansar y tomar un refrigerio antes de acometer nuestro acercamiento a «El Abuelo». Cargados de energías y buen humor subimos hasta el Collado del Canizal, donde nos reagrupamos y bajamos a visitar nuestro roble.
«El Abuelo» es un roble melojo de gran interés cultural y natural, dada su longevidad cercana a los quinientos años, de gran porte y dimensiones Está situado en el Macizo de Sierra Madrona Quintana, cerca de Peña Don Rodrigo.
El camino de bajada por el Robledo de las Hoyas, es un camino ancho y cómodo, que nos permite aumentar un poco la velocidad. Paramos para disfrutar del paisaje, explicar algo de la geología que nos rodea, hablar de de bandoleros y así de entretenidos llegamos de nuevo a San Isidro.
El autobús está allí esperándonos para llevarnos a comer a Fuencaliente. El sitio elegido es El Escalón y todos pudimos disfrutar de una buena comida que nos llenó de fuerzas para nuestra pequeña visita a Peña Escrita. Por suerte, el autobús nos acercaría hasta el aparcamiento, porque algunos habían comido mucho y el buen vino de la tierra invitaba a la siesta… así que decidimos contar alguna historia sobre nuestro loco favorito: Don Quijote, que dicen anduvo por aquellas tierras acompañado por Sancho y una aventura llamada «de los Batanes» bien podría haber ocurrido cerca de la Batanera… pero eso es otra historia que os contaremos en otra ocasión, nuestros amigos de Castellar sí que la escucharon, y sabemos que les encantó, a juzgar por los aplausos, jejeje.
Nos habíamos guardado lo mejor para el final: Peña Escrita… si quieres conocer sus secretos… apúntate a nuestras rutas interpretadas, talleres y actividades en nuestra web www.madronactiva.com y ¡te la enseñamos!
Desde aquí saludamos y damos las gracias a este genial grupo de la UP Castellar de Santiago y… ¡esperamos veros pronto en otra ruta!