Técnicas y temáticas del Arte Rupestre Esquemático del Valle de Alcudia y Sierra Madrona.
La aparición del arte rupestre esquemático en la Península Ibérica va a marcar un gran cambio respecto al estilo de arte que le precede, el arte levantino. Aunque sean dos estilos que convivan en algunos yacimientos e incluso podrían en algún caso coincidir cronológicamente, podemos decir que el arte levantino se enmarca principalmente en el Neolítico y el arte esquemático va a desarrollarse sobre todo durante el Calcolítico y el Bronce. Aunque el arte levantino es mucho más figurativo que su predecesor esquemático sí que van a compartir en buena parte el tipo de emplazamientos al aire libre y las técnicas de pintura. Pero como hemos dicho el gran cambio va a producirse en el estilo y en las temáticas.
Técnicamente se van a seguir pintando con tintas planas aplicadas directamente sobre la roca en la mayor parte de los casos con los dedos y en ocasiones ayudándose de pinceles o plumas. En el Valle de Alcudia y Sierra Madrona el color utilizado será casi exclusivamente el rojo, con variaciones tonales que van desde naranjas claros hasta granates oscuros. De forma muy esporádica vamos a encontrar en algunos yacimientos motivos sueltos realizados en color negro y no se conoce ningún motivo en color blanco, cosa que si se da en otros territorios. Estos colores rojos están realizados con óxidos de hierro extraídos de los ricos filones que afloran por toda la comarca. Machacando estas piedras conseguían unos pigmentos con una gran capacidad de coloración que junto con un aglutinante de tipo orgánico como la grasa animal, daba la mezcla perfecta para que con una buena selección de los emplazamientos permanecieran en las paredes de nuestras sierras durante milenios.
No podemos olvidarnos de la presencia en el Valle de Alcudia y Sierra Madrona de tres yacimientos donde se usa la técnica del grabado y en uno de ellos compartiendo espacio con las pinturas.
La selección de los emplazamientos se antoja casi igual de importante que las propias representaciones. Los lugares elegidos para pintar van a ser muy diversos, tanto en tipologías como en situación. Geológicamente el Valle de Alcudia y Sierra Madrona está dominado por los crestones cuarcíticos cuyo comportamiento va a determinar la morfología de los diferentes tipos de enclaves. Principalmente vamos a encontrar las pinturas protegidas de las inclemencias meteorológicas en abrigos rocosos, ya sean formados por fracturas, desprendimientos o planos inclinados. En ocasiones también se van a dar en pequeñas covachas. El emplazamiento de los abrigos se va a dar especialmente en lugares en alto con una gran visibilidad y en otra en relación con elementos del paisaje con una fuerza natural destacada como saltos de agua. Buena parte de las pinturas del Valle de Alcudia se van a dar en el entorno inmediato de sus poblados fortificados situados en lo alto de cerros y sierras lo que redunda en la importancia que para ellos tenía el lugar que elegían para pintar.
En cuanto a la temática, las pinturas rupestres esquemáticas del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, dentro de unos marcos característicos de este tipo de arte a nivel peninsular, van a mostrar características zonales y que incluso según estemos en una parte u otra de la comarca, va a tener más similitudes con sus vecinas extremeñas o andaluzas.
La temática principal es la figura humana representada de la forma más elemental, un trazo vertical al que se le añaden cabeza, brazos y piernas, sin necesidad de aparecer todos y llegando a grados de esquematización que lo hacen difícil de identificar. En ocasiones vamos a poder diferenciar el sexo y son muy comunes las representaciones de parejas.
Otro de los motivos más representados son los animales, siendo la mayor parte de las veces imposible diferenciar de que especie se trata. Se suelen limitar a una línea horizontal de la que parten líneas verticales representando las patas. En alguna ocasión la representación de cabeza, cola o cuernos puede llevarnos a diferenciar la especie. Igual pasa con los motivos vegetales que también son muy representados.
Otro grupo de motivos muy abundantes que podemos meter bajo la denominación genérica de símbolos y signos, son la representación de puntos, barras, círculos, zig-zags y que prácticamente es imposible que identifiquemos con algo.
En esta zona es muy importante la presencia de unos motivos que se han venido a denominar ídolos y que tienen por lo general carácter antropomorfo. Son figuras formadas por triángulos y halteras a los que se les suman los ídolos oculados que representan muy destacados los ojos.
Por lo general estos motivos no los vamos a encontrar formando escenas como podía pasar anteriormente en el arte levantino, o por lo menos va a ser muy costoso poder entenderlas como tal. Suelen ser más bien composiciones de motivos variados, en los que en muchas ocasiones la figura humana juega un papel destacado y en la que difícilmente vamos a poder intuir una narración. Podemos ver en algunos yacimientos lo que parecen posturas danzantes, en otras como Peña Escrita intuir la importancia que para los grupos tenía la fertilidad o la presencia conjunta de personas y animales. Pero no vamos a tener esas escenas de caza, danza y recolección que vamos a tener en algunos de los abrigos levantinos.
Buscar un significado claro a estas pinturas es complicado dado sus altos grados de esquematización. Será más fácil hacernos una idea más acertada sin tenemos en cuenta tanto el que como el donde. Es importante pensar en la intención de perdurar en el tiempo que tenían están pinturas y que demuestra la elección de lugares protegidos. Si a esto sumamos la presencia de estos abrigos en los entornos de los poblados podría tener que ver con un “marcaje” del territorio ante presencia externa ante los que demostrar un arraigo en el territorio de generaciones. Pero también los emplazamientos en lugares con gran visibilidad muestran un patrón de control de zonas de paso, recursos etc
Lo que si tenemos claro, es que los grupos humanos que realizaron en el pasado estas representaciones de arte esquemático en la comarca del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, nos dejaron en el presente un auténtico paisaje cultural donde perdernos. No hay nada mejor que recorrer sus rincones pensando en que esos mismos pasos fueron dados 4000 años antes por los autores de las pinturas o llegar ante un abrigo de arte rupestre y sentarnos frente a él intentando interpretarlo desde la torpeza que nos regala el desconocimiento de sus pensamientos.
Disfrutemos de este regalo desde el respeto y con la obligación de ser partícipes de esta historia evitando que se pierda en un futuro. Invitemos a gentes externas al territorio para mostrarles las maravillas que hacían nuestros antepasados. Sean bienvenidos, llevamos 4000 años preparando su visita.
David Oliver Fernández